Y sí... seguimos de desastre en desastre. Parece ser una constante en mi vida amorosa. Pero en fin, el objetivo no es lamentar sino relatar.
Esta historia se desarrolla, básicamente, como las anteriores... como todas las historias del mundo... chica conoce a chico, chica se enamora de chico, chico se enamora de chica, chico y chica se ponen de novios, chico defrauda a chica, chica le pega a chico una patada en el culo. Ja! sé que les suena conocido a más de uno por ahí. Pero en fin, se supone que tengo que hacer un relato un poco más pormenorizado de lo que pasó.
A este chico (al que llamaremos D), lo conocí cuando entré a la facultad. Fuimos compañeros de cursillo pero en ese momento no me cayó bien, nada bien en realidad. Después (de que afortunadamente entré) descubrí que estudiábamos la misma carrera, y éramos compañeros. Por una de esas cosas de la vida quedamos en el mismo "grupo de amigos", pero no nos hablábamos. Hasta que una maldita mañana, en la cola de la fotocopiadora le pedí fuego (sí, todavía no estaba la maldita ley que no permite fumar adentro). Y esa fue mi sentencia! Después de eso empezamos a hablar, nos hicimos "amigos" y una tarde en un bar se fue todo al carajo... sí, nos pusimos de novios, se entiende!
Creo que sería pertinente, a fines de comprender mejor la historia, hacer una pequeña descripción de cómo es este sujeto. A simple vista parece un fiestero, aventurero, con un ego inmeeeeeenso y un cerebro pequeñiiiiito. Cuando lo conoces un poco mejor ves que no es tan fiestero como dice, que es más bien del tipo emocional más que racional, adicto al afecto. Cuando realmente lo llegás a conocer te das cuenta de que no es fiestero ni aventurero como dice sino que es una imágen falsa que quiere proyectar; no es del "tipo emocional" sino que es completamente dramático y busca constantemente sentirse víctima de todo lo que lo rodea; no es adicto al afecto sino que es obsesivo, celoso, posesivo; te quedás con lo de inmaduro, inseguro y tonto... y le agregás mentiroso.
Pero compulsivamente mentiroso. De esos que empiezan inventando alguna que otra anécdota para que pienses que son de otra forma y te dice que fue coordinador en bariloche, que hacía breakdance, que hacía kickboxing, que tenía una barra en un boliche, que tenía todas las minas que quería, que era modelo de una marca de ropa. Después se cansa de las ideas "soft" y te cuenta cosas como que dejó en coma más de una vez a personas, que hace unos días lo asaltaron entre seis y los dejó inconcientes a todos, que en su ciudad natal es una especie de "dios sexual" y te sale con toda clase de historias desagradablemente detalladas, que era prácticamente el jefe de una mafia que acuchillaba gente en boliches. Después empieza con los accidentes y te llama una tarde diciéndote que lo atropelló un auto y renguea toda la tarde, se corta los brazos y dice que lo atacó una banda con botellas de vidrio quebradas (pero que por supuesto él pudo sólo contra todos), que no tiene nada para comer en la casa y los padres no le quieren mandar y se hace el desfallecido (aunque vos abrís la heladera y te sorprendés de encontrar milanesas, salchichas, en la alacena hay galletas de todos los tipos, pan e incluso papitas, maní y otras boludeces). Después quiere que sientas pena por él e inventa cosas como que toda su vida estuvo sólo y nunca nadie lo quiso (cuando tiene una madre semi-obsesiva que lo llama toooodos los días), que desde chiquito sus niñeras siempre abusaron de él y nadie hacía nada al respecto (comentario que, para mi horror, hizo al frente de mis viejos, que quedaron horrorizados ante la conclusión de "pero un día la encontré en la calle y se inviertieron los roles"), que unas mujeres despiadadas lo drogaron en una fiesta, abusaron sexualmente de él y después lo dejaron atado a un árbol para reírse (sí, el machote que puede sólo contra seis negros armados no puede contra tres mujeres).
Ahora, si bien a todas (o casi todas) estas historias las supe de "de dudosa procedencia" desde un princpio, decidí no prestarles atención porque, en definitiva, no tenian nada que ver conmigo. Pero claro, todo tiene su límite y llegó un punto en el que me empecé a enojar. ¿Pero cómo le decís a alguien que creés que tu novio es mitómano? ¡¿Cómo se lo decís a él?! Así que me la guardé, y decidí hacerle saber por medio de miradas, expresiones e indirectas que no le creía una palabra de lo que estaba diciendo. Pero no se dio por aludido.
Con el paso del tiempo (de siete meses para ser más exacta) las cosas siguieron su curso natural y terminé nuestra relación. ¡Pero ojalá las cosas terminaran ahí! Mencioné que es un mentiroso, no? Bueno, de todas las mentiras antes enumeradas, esta fue la cereza del postre.
Resulta que yo estaba en mi casa siendo felíz haciendo lo que sea que yo hago en mi casa cuando de pronto suena el teléfono. Atiendo y era mi mejor amiga, Meru, que se encontraba en un agudo estado de conmoción. Después de recomendarme que me sentara para escuchar lo que me estaba por decir, me cuenta esta peculiar historia en la que ella recibe un llamado del cel de D de "alguien" que decía ser el primo de él, un tal "Matías". Este sujeto le cuenta a ella que D había tenido un accidente automovilístico esa madrugada y que estaba en el hospital con una contusión en la cabeza... o algo así, no me acuerdo tan detalladamente. La cuestión es que la Meru entra en pánico y me llama. Pero claro, dando el historial del susodicho, lo primero que pensé fue "es mentira". Así que con la Meru nos pusimos a atar cabos para probar que era todo un verso. Después de llamar a la casa, repetidas veces al celular y al hospital... encontré el celular del padre de él y llamé... y por supuesto lo delaté.
Después de contarle a la Meru lo que había hablado, lo llamé al celular, junté muuuuucho aire en mis averiados pulmones, y cuando atendió empecé a putear... si parar, un insulto tras otro, todo lo que se me ocurría... y cuando me quedé sin aire corté. Y básicamente eso fue lo último que supe de él.
